Atrapado como un rey
en un juego de ajedrez
me encuentro aquí
entre la espada y la pared
por un lado te encuentras tu
con tu fría mirada
y al otro esta ella
que con su sonrisa me atrapa.
Tu me hieres con tu mirada
como con el filo de una espada
en cambio ella me acaricias con tu sonrisa,
como con la suavidad de tu almohada
Tu me tratas
como la reina trata a sus peones
ella a su vez
como si fuera yo su rey
dueño de sus pasiones.
Difícil elección ¿eh?
ResponderEliminarNo lo es, pero siempre lo parece.
toda la razón amiga
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